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Foto del escritorMajo

Frantz está de regreso

Actualizado: 2 oct 2020


Esta foto es del día que salí del hospital después de la cirugía del 21 de marzo del 2018. Gracias a todos por sus visitas, regalos y dejar su huellita en el árbol. Los quiero mucho.

A veces parece que la vida es injusta. A veces parece que la vida sólo le pone obstáculos y pruebas a unos, mientras que a otros los deja disfrutar más. A veces parece que la vida la trae contra uno, pero la verdad es que la vida sólo... es.

No es cuestión de buena o mala suerte, ni de pruebas de dioses o karmas por pagar. Son circunstancias que se presentan en nuestras vidas y que, junto con nuestras respuestas, escribimos la historia que contaremos cuando muramos.

Es falso suponer que podemos estar felices todo el tiempo. Se vale sufrir en los días malos porque, a veces, la situación es tan triste como la muerte de un ser querido donde sólo un loco se sentiría feliz; o tan difícil como el regreso del cáncer donde sólo un indiferente pensaría que está fácil. Pero lo que sí es cierto, es que nuestra actitud hace toda la diferencia.

VIAJE DE LA VICTORIA

Este año lo recibí en París, disfrutando de mi viaje de la victoria, acompañada de mi hermana y casi todas mis primas más queridas. A pesar de que tuvimos una mala experiencia en el metro de París, donde fuimos acosadas por varios tipos desagradables, y que no pudimos llegar al Arco del Triunfo antes del Año Nuevo, vimos desde lejos los fuegos artificiales y las seis nos abrazamos en la calle, nos prometimos que sería un buen año y nos sentimos realmente felices por tener ese momento.

El viaje de la victoria fue un increíble Eurotrip de primas. El año pasado iba a viajar con una de mis mejores amigas a Europa y tuve que cancelar todo tres días antes de irme, literalmente, porque en marzo del 2017 me detectaron al Tumor de Frantz. Después de que "vencí" a Frantz, mi hermana, quien fue y sigue siendo mi enfermera estrella, se fue de intercambio a Madrid. Mi tía Pachy, con quien mi hermana se estaba quedando, una mañana me sorprendió con una llamada y me dijo que me invitaba en diciembre a visitarlos y que revisara mi correo. En mi mail encontré un boleto redondo a Madrid del 9 de diciembre al 9 de enero (¡gracias otra vez, Pachy!). Ese mismo día, Xime, mi segunda hermana, se unió al plan y compró su boleto. Poco después, Lucy, quien está haciendo en Liverpool su doctorado en investigación de cáncer (curiosamente de páncreas) dijo que también nos acompañaba. Dany y mi hermana, con quienes parece que el tiempo no pasa, ya estaban ahí. Otras de mis primas favoritas por trabajo o escuela no pudieron unirse y Rimpu, quien fundió dos veces todos los focos de la casa donde nos estábamos quedando, fue la última en comprar su boleto. Y todas ellas, junto con Pachy, Pacho, Lala, Laurie y Octavio (el perro) hicieron de mi viaje de la victoria un viaje inolvidable.

PERO EN LA VIDA HAY ALTAS Y BAJAS...

Al poco tiempo de mi regreso y 25 días después del inicio de este año, Lucy, mi tía y la doctora que salvó mi vida, falleció de repente. Un excelente ser humano y una persona importantísima en mi vida, se fue sin poder despedirme y volverle a dar las gracias, aunque nunca dejaré de agradecerle. Pero eso sí, se fue sabiendo lo mucho que la quería.

EN MENOS DE UN AÑO MI VIDA CAMBIÓ 360 GRADOS Y HA SEGUIDO CAMBIANDO. En diciembre del 2016 mi tío Lalo falleció de cáncer de colon con metástasis en el hígado. En marzo del 2017, cuando tenía 24 años, me detectaron cáncer de páncreas (Tumor de Frantz) con metástasis en el hígado. En junio del 2017 casi me muero dos veces. En septiembre del 2017 celebré mi segunda oportunidad en la vida junto con mi escuadrón de sanación. En diciembre del 2017 cumplí dos sueños. En enero del 2018 falleció mi tía Lucy y me quedé sin dos confidentes. En febrero del 2018 entré a un nuevo trabajo (que está increíble) y me sentí "lista" para regresar a la vida "normal". Pero también, en febrero del 2018 y sólo 8 meses después de mi última cirugía, a través de un PET scan, me enteré de que Frantz no había cumplido su palabra e iba a tener que volver a luchar contra el cáncer.

El 28 de febrero del 2018 me hice el PET scan y no sé si me crean o no, pero antes de que terminara el estudio, lo supe. A pesar de que entré tranquila al estudio, me puse los pants fashion que te dan en el hospital, toleré el sabor del contraste y "estaba segura" de que iba obtener los resultados deseados, mis esperanzas se vinieron abajo en cuanto el señor que me estaba dando instrucciones me dijo que necesitaban hacerme "un estudio extra" de respiración.

¡¿Un estudio extra?! En el otro PET no me hicieron ningún estudio extra. ¡¿Por qué me quieren hacer un estudio extra?! Hay algo mal. Carajo... hay algo mal. Lo sabía. Ser optimista no sirve de nada. El azúcar es malo para el cáncer y aaahhhííí voy a comer cosas con azúcar. Estas son las consecuencias. Ayyy no, qué mala onda. Justo cuando todo está regresando a la normalidad y tengo que tener algo. Tengo algo. Aggghhh. No me quiero morir. Tengo muchos planes. Sáquenme de la máquina. Ya me quiero salir de aquí. AAAA, me está doliendo la espalda. Uf, hace mucho no me dolía la espalda así. Fue como instantáneo... qué raro.

Todo eso pasó por mi cabeza mientras sentía una ligera ansiedad. Salí del estudio algo desanimada, aunque lo traté de ocultar. Me sentía nerviosa y le mandé a Paco, mi doctor estrella, un mensaje pidiéndole que en cuanto pudiera, viera mis resultados y me los dijera, así fueran buenos o malos.

Al poco tiempo me llamó y me confirmó uno de mis peores miedos: FRANTZ HABÍA REGRESADO. "¿Te acuerdas que cuando empezó todo te prometí que siempre te iba a decir la verdad? (Su pregunta me lo confirmó) Tienes tres tumores más. La buena noticia es que están muy chiquitos. La mala... es que te van a tener que volver a operar", me dijo Paco.

Ufffff... En menos de un año y después de haber soportado tanto, tenía nuevos tumores. Dos en el peritoneo (debajo de donde estuvo el lado derecho de mi hígado) y otro en la vena cava (abajo del corazón). Y creo que eso es lo malo del cáncer. Además de que amenaza tu vida y es tu propio cuerpo el que te ataca, también juega con tus sentimientos. Un día te hace creer que estás libre... y al otro, vuelve.

Ese día sentí como si me hubieran dicho que mañana me iba a morir. Sin embargo, es cierto eso que dicen que si enfrentas tus miedos, les pierdes el miedo. Y aunque aún estoy en proceso de asimilar que el cáncer de páncreas es un terrible oponente, sé que lo puedo vencer dos veces y seguir siendo parte del 5% de los sobrevivientes.

Al día siguiente tuve consulta con Chan. Me acompañaron mis papás, Alfredo y Xime. Chan nos tranquilizó a todos cuando nos dijo que los tumores no tocaban ningún órgano importante y que los del peritoneo se veían fáciles de quitar. También nos dijo que necesitaríamos la ayuda de un cirujano vascular o especialista en tórax para quitar el último tumor, pero que de todos modos, él iba a entrar conmigo para acompañarme en la operación.

La primera operación del segundo round quedó agendada para el 21 de marzo y, aunque aún no tengo fecha para la segunda, probablemente será a finales de mayo o mediados de junio.

Debido a las diversas complicaciones de mi última cirugía, estaba un poco nerviosa antes de mi cuarta operación. Aunque Chan me había dicho que esta nueva cirugía no sería igual a las otras, la verdad es que creía que me esperaba mucho dolor y alguno que otro problema. Sin embargo, mi familia y amigos cercanos, una vez más, se encargaron de motivarme y ayudarme con sus buenas vibras.

Con las manos mágicas de Chan, la operación se realizó en una hora, estuvo exenta de complicaciones y para mi sorpresa, he tenido poco dolor. Aunque tengo una nueva y grande cicatriz vertical, mi recuperación ha sido muy rápida y buena. Cada día estoy mejor, mejor, mejor... ¡y más cerca de darle el KO final a Frantz!

***

Lalo, Lucy y Alejandra siempre estarán en mi corazón.

Gracias por su apoyo y mensajes de ánimo,

Pd. No sé si se los he dicho, pero mi familia está llena de personas talentosas. Diana, quien siempre ha sido una tía incondicional para mí, nos pintó a Alfredo y a mí un precioso cuadro con varios significados: la despedida a Frantz, la conexión entre Alfredo y yo, y la esperanza de mi segunda oportunidad en la vida. Espero que les guste tanto como a mí.

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