Querido 2017:
Un Año Nuevo siempre tiene algo de mágico, está envuelto de misterio y llega lleno de sorpresas. Hace un año mientras llenaba mi boca de uvas y pedía mis deseos al ritmo de las campanadas, no podía ni imaginarme lo que me esperaba. Tuviste el poder de cambiar toda una vida y ahora que estás llegando a tu fin, me gustaría dedicarte unas palabras.
2017, fuiste un año difícil, pero espectacular. Me hiciste crecer, disfrutar, reír, llorar, dudar, amar y aferrarme a la vida como nunca antes. Me llenaste de amor, deseos positivos y buenas vibras. Me permitiste valorar la grandeza de mi pareja, familia y amigos, e incluso me presentaste muchas otras personas maravillosas. Me diste otra oportunidad para hacerlo bien, para hacerlo mejor y seguir intentándolo.
Sé que siempre habrán distintos retos, problemas y circunstancias adversas que pueden desanimarnos, pero también sé que si hacemos de la felicidad el camino y no la meta, conseguiremos ensanchar nuestras vidas.
No hay nada más bonito que empezar otro año estando sanos, libres y rodeados de quienes alegran nuestro corazón. Definitivamente, el 2018 será un buen año para seguir viviendo y me hace mucha ilusión continuar siendo parte de este mundo tan maravilloso y caótico, porque al final, no hay nada mejor que vivir y compartir con nuestros seres queridos.
Hagamos del 2018 un buen año y no dejemos que nuestras ganas se apaguen. Es cierto que nadie sabe de cuánto tiempo dispone, así que no dejemos nuestros sueños en manos del destino y disfrutemos de lo que nos haga felices.
Deseo que vivan, que realmente vivan, y que el 2018 sea aún mejor.
¡Feliz 2018!
Majo. @goodbyefrantz