A veces parece que todo va mal y de repente, todo va bien otra vez. Abril fue un mes de buenas noticias. Y como ya no puedo esperar más para contarles...
1. DERROTÉ (OTRA VEZ) A FRANTZ
La mayoría de ustedes ya sabe que el 17 de abril, a través de un PET scan, descubrí que ¡¡¡FRANTZ DESAPARECIÓ!!! ¿Cómo? No sé, pero el último tumor que estaba en mi vena cava (abajo del corazón) dejó de existir. Así, sin más explicaciones y sin necesidad de una quinta cirugía, me curé por segunda vez del cáncer de páncreas y volví a ser parte del 5% de los sobrevivientes.
Creo que fue un milagro médico, pues no hay otra palabra que lo describa mejor. Después de tanta incertidumbre, tristeza y dolor, Dios, el universo o alguna energía superior, me devolvió lo que más anhelaba: mi salud. ¿Por qué? Tampoco sé, pero voy a disfrutar cada segundo del regalo más grande que tengo: la vida.
Instagram: @goodbyefrantz
En la lucha contra el cáncer, muchísimas personas bienintencionadas van a darte consejos y a decirte lo que creen que te ayudará a salir adelante. Sin embargo, si estás luchando contra esta enfermedad o te encuentras en una situación similar, yo te diría que confíes en tu intuición y sólo hagas lo que te lata para curarte.
Yo recibí muchos consejos, algunos de ellos me latieron y algunos no, pero lo que sí puedo decirles es que hice todo lo que creí que podía ayudar a curarme: operaciones, pensamiento positivo, aceites mágicos, alimentación, y hasta fui con un chamán. No tenía nada que perder y sí mucho que ganar.
FUI CON UN CHAMÁN Y ESTO FUE LO QUE PASÓ...
Cuando nos enteramos de que Frantz había regresado, mi tía Andrea me escribió y me dijo que quería invitarme a ver un chamán. Claro que me imaginé a los que te hacen limpias en el zócalo y me pareció gracioso, pero como estaba decidida a intentar de todo para curarme, le dije que quería ir. El 10 de marzo fuimos mi mamá, Andrea, Mateo (mi primo) y yo a nuestra primera cita con el chamán y sólo puedo decir: WOW CON LO QUE NOS DIJO.
Poco antes de la que habría sido mi quinta operación conocí a Enrique, quien iba a ser mi cirujano de tórax, y arriesgándome a parecer una persona rara, le pedí una foto para presentárselos:
(Izquierda a derecha: Chan, Majo, Enrique)
En esa consulta Chan me pidió un nuevo PET scan para confirmar que quedaba sólo el tumor de la vena cava. Lo programé para el 17 de abril y antes del estudio, regresé con Eugenio, el chamán, pues sólo a mí me había pedido regresar.
"Estás curada", me dijo.
Realmente no creí que estuviera 100% curada (pues sabía que todavía me faltaba la operación de tórax), pero como la vez anterior me había dicho más cosas y señalado las partes de mi cuerpo donde se encontraban los tumores, le pregunté:
"¿Y qué pasa con el tumor de acá? (señalé debajo de mi corazón) ¿Voy a estar bien?".
Eugenio me hizo cara como de que no sabía de qué hablaba y me contestó: "Sí, vas a estar bien".
El 17 de abril me hice el PET y después fui radioactiva al pastel de cumpleaños de Lucy, mi prima. Ahí mismo Paco vio mis resultados y ya se imaginarán mi sorpresa cuando me dijo que estaban limpios (hasta el día de hoy sigo sin poder describir ese sentimiento, pero es una mezcla de incredulidad y felicidad extrema), y mientras descifraba cómo reaccionar sólo dije: "Alfredo, veeen" ... y el resto es historia.
Para que el marcador oficial contra Frantz quedara:
Majo - 2 | Cáncer - 0
... hubieron 3 factores muy importantes:
1) FAMILIA, AMIGOS Y PAREJA. Alfredo, mi familia muégano y los amigos que me acompañaron en las subidas y en las bajadas de mi camino de vuelta hacia la sanación total, son quienes me ayudaron a ganar esta batalla, pues celebraron conmigo las buenas noticias y me apoyaron en las malas, no me dejaron perder los ánimos ni las fuerzas y también, me dieron la oportunidad de tratarme con los mejores doctores y en un excelente hospital (¡gracias papás, abuelo Alejandro y Nena!). Probablemente ya lo saben, pero para mí, la lealtad es una de las características más importantes de una persona y por esto, todos ellos ya tienen un lugar irrevocable en mi corazón.
2) PLANES, PLANES Y MÁS PLANES. Como saben, tengo muchos sueños y gracias a Frantz, he comenzado a cumplir cada uno de ellos. Viktor Frankl en su libro El hombre en busca de sentido dijo que "quien tiene un porqué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo" citando a Nietzsche. Y aquí es donde hace sentido la actitud positiva. Si bien es cierto que es imposible mantenerte feliz todo el tiempo, pues en esta aventura hay demasiados tragos amargos, tener planes y razones para vivir es lo que nos ayuda a lograrlo.
3) EQUIPO MÉDICO. Es innegable que con un buen equipo médico nuestras probabilidades de supervivencia se incrementan. Por la buena suerte que tengo de ser sobrina de los mejores doctores del mundo, Paco Moreno y Lucy Laporta, el cariño de mi cirujano favorito, Carlos Chan, y el profesionalismo del personal médico del hospital ABC de Observatorio, siempre supe que estaba en buenas manos y que lo único que tenía que hacer era recuperarme.
Además de las manos mágicas de mi cirujano, no sé qué más fue lo que me sanó. No sé si fue cosa del destino, de buena suerte, aceites mágicos, alimentación, el chamán, la voluntad del universo, un error médico o una combinación de todo, pero lo cierto es que hoy no hay rastro de Frantz, estoy completamente sana y lista para disfrutar lo bonita que se está poniendo la vida.
A pesar de todo lo malo, muchas cosas buenas también han pasado. Soy la prima del amigo de tu amigo que tenía cáncer y se curó repentinamente, sin más explicaciones que el destino y que se ha mantenido sana desde entonces. Mi historia tiene un final de cuento de Disney y me siento inmensamente feliz y emocionada por lo que viene.
Ten por seguro que seguiré contándote cosas porque soy testimonio de que hay vida después del cáncer.
Los abrazo,
Majo >> sígueme en @goodbyefrantz
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