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  • Foto del escritorMajo

Hola Frantz

Actualizado: 2 oct 2020



Hace dos meses inicié mi batalla contra el cáncer. Estoy peleando contra un tumor sólido pseudopapilar del páncreas muy raro y de bajo potencial maligno (el Tumor de Frantz) con varias metástasis en el hígado.

Frantz (así llamaré a mi cáncer) es un tipo casi "inofensivo" y medio "buena onda" que llevaba varios años mandándome "señales" para "encontrarlo".

Los que me conocen sabrán que sufrí de "colitis" y gastritis casi TODA MI VIDA. Si iba a salir de viaje, lo primero que metía a la maleta eran mis medicinas. Si iba a salir a cualquier lado, lo primero que metía a mi bolsa eran mis medicinas. Si un día comía muy mal, en la noche me dolía la panza. Si un día comía muy bien, en la noche me dolía la panza. Y así, poco a poco, me acostumbré a vivir con la "colitis" y la gastritis más impredecibles y traicioneras del mundo.

Sorprendente pero cierto, nunca tuve colitis. Todas las señales las mandaba Frantz. Siempre fue F r a n t z.

¿CÓMO ENCONTRAMOS A FRANTZ?

Un miércoles cualquiera (8 de marzo) comí de más... demasiado. A la hora de la comida fui a Mc Donald's con mi jefa por un delicioso combo godín y en la noche hubo una fiesta en Oveja Negra (la agencia de publicidad donde trabajo) y muuuchos tacos.

Antes de llegar a mi casa sabía que debido a mi comportamiento (comer como un cerdito), lo más seguro pasaría mala noche y dormiría en el piso (cuando me daban crisis de gastritis dormía en el piso para congelarme e ignorar un poquito el hecho de que me estaba quemando por dentro).

Y la verdad es que nunca me quejaba. Hasta esa noche.

La crisis de gastritis me empezó a las 2 am del jueves y desperté a mi mamá casi a las 7 am. Llevaba 5 horas quemándome por dentro, ya había intentado de todo y nada, absolutamente nada, había funcionado.

Alrededor de las 7:30 am le hablamos a Lucy (mi tía y una de las mejores doctoras del mundo) y le conté mis síntomas. Le dije algunas palabras clave como "es un dolor DIFERENTE" y "se me pasa A LA ESPALDA".

Como en la familia hay varios casos de piedras en la vesícula (me enteré ese día), me mandó a hacerme un ultrasonido. El 9 de marzo me hice el ultrasonido donde aparecieron dos cosas que no le gustaron a Paco (otro de los mejores doctores del mundo y esposo de Lucy): un probable "quiste" en la vesícula (más tarde sabríamos que lo que se veía era una parte del tumor) y un "puntito" en el hígado que podía ser unas "venas juntas" (luego sabríamos que era una de las metástasis).

Paco me mandó a hacerme una tomografía para descartar que fuera algo grave y la agendé para una semana después.

En el inter fui con Alf (mi novio) y su familia a pasar un fin de semana en San Miguel. Ahí le dije medio en broma (y para no sonar tan hipocondríaca) que me daba nervio tener algo "malo" (algo como cáncer) y que teníamos que poner changuitos para que no me "fuera a dar". Obviamente Alf me contestó que estaba loca (aunque sí puso los changuitos) y me tranquilizó diciéndome que lo más seguro era que no tenía nada.

(Y sí, es muy loco pensar que puedes tener esto (antes me creía inmune)).

Pero de todos modos, la idea se quedó flotando en mi cabeza un par de días más (hasta lo escribí en mi diario).

Me hice la tomografía el jueves 16 de marzo.

Al día siguiente me desperté temprano para ir a trabajar. Paola (mi hermana) entró al baño cuando me estaba bañando y me dijo: "Se me hace que hoy no vas a ir a trabajar. Paco le acaba de hablar a mi papá y tenemos que ir al hospital para hacerte más estudios. Cree que puedes tener un tumor en el páncreas."

¿QUÉ ES EL PÁNCREAS? Ciertamente no es un órgano muy popular, pero produce enzimas que ayudan a la digestión.

Por la cara que traía Paola y porque mi cabeza empezó a pensar en mil cosas, sentí un cubetazo de agua fría... qué tal que sí era cáncer después de todo.

Lucy pasó por nosotros para acompañarnos al hospital y también llegaron mi abuelo y la Nena (su esposa). Desde ahí todo me empezó a oler muy raro... era mucha atención para que me dieran los resultados de un "chequeo".

Llegué al hospital (ABC de Observatorio) el 17 de marzo tranquila pero no tan contenta. Caminamos al consultorio de Paco y ahí nos recibió con una cara de "estoy tratando de ocultar mi preocupación" (porque él tenía miedo de que fuera cáncer de estómago o de páncreas (del más peligroso)). Entramos todos, como la familia muégano que somos, y nos sentamos alrededor de su escritorio. Tenía la computadora prendida y una imagen para enseñarnos anatomía básica.

Paco me dijo que lo más seguro tenía un tumor neuroendocrino (no sonaba alarmante), pero faltaba hacerme una endoscopía con biopsia para confirmar. La endoscopía se programó para ese mismo día a las 5 pm y eso significaba que no podría comer nada hasta muuucho más tarde (y a mí sólo me había dado tiempo de comer MEDIO waffle en la mañana).

Entré a la endoscopía muuuy tranquila porque con un par de estudios de sangre había quedado descartado el cáncer de páncreas más peligroso. Cualquier otro que tuviera podía curarse (algunos con un proceso un poco más tardado que otros) y claro, aún nos aferrábamos a la posibilidad de que fuera benigno.

Además, todo mi escuadrón de sanación estaba afuera esperándome. Mandándome todo su amor y buenas vibras.

Y DE LA NOCHE A LA MAÑANA TUVE CÁNCER

Yo estaba dormida y tranquila (después de que intenté arrancarme el tubo de la garganta y accidentalmente le enseñé el dedo grosero a todos los ahí reunidos debido a los efectos de la anestesia) cuando a mi familia y a Alf les dijeron que el tumor no era benigno y que tenía cáncer.

Yo me enteré hasta la mañana siguiente, cuando Paco volvió a entrar con la misma cara de "estoy tratando de ocultar mi preocupación".

Me dibujó en una hoja el páncreas, el bazo, el estómago, el hígado, la bola de 6.8cm x 6.3cm que tenía por tumor... y luego me dijo que tenía cáncer y sentí otro cubetazo de agua fría: "Majo, tienes cáncer. No quiero que pienses que es el mismo caso de Lalo (quien fue mi tío y una persona excepcional). Cuando lo vine a ver a él, igual que te estoy viniendo a ver a ti, le dije que no había nada que hacer. Que yo no sabía qué hacer... y me hizo quedar mal más de tres años y medio. A ti te digo que te vas a curar, que te vas a casar y que vas a poder tener hijos. Pero lo más importante de todo, vas a vivir con una buena calidad de vida."

"¿Se me va a caer el pelo? " fue lo primero que pregunté.

En este punto no sabíamos con qué tipo de cáncer estábamos tratando, tendríamos que esperar 5 días a que estuviera lista la biopsia. Lo malo era que se cruzaba un puente y los resultados tardarían uno o dos días más.

Durante estos días de incertidumbre comencé a buscar e investigar blogs de cáncer, frases motivacionales, dónde conseguir una buena peluca (si existía la probabilidad de que se me cayera el pelo quería estar preparada)... y entonces leí que las quimioterapias pueden afectar la fertilidad.

En ese momento sentí que la vida estaba siendo muy injusta conmigo. Toda mi vida, literalmente toooda mi vida he tenido el sueño de ser mamá. Así que le escribí a Paco (quien siempre ha estado dispuesto a contestar todas mis dudas) y le pregunté que si las quimioterapias me iban a afectar la fertilidad. Me contestó que existía la posibilidad de que sí, pero que ya tenía (en caso de que sí necesitara las quimios) un plan B. Se congelarían mis óvulos para usarlos después.

El patólogo resultó ser una INCREÍBLE persona (siempre le tendré un cariño especial y le doy un millón de gracias) porque se quedó trabajando todo el fin de semana y todo el puente para darme los resultados lo antes posible.

Nos ahorró a todos dos días de sufrimiento y nos dio la noticia que hizo que nos regresara el alma al cuerpo (literalmente).

Estaba comiendo un helado Moyo en Miyana con Alf y Pacho (mi primo), cuando mi papá me llamó para decirme que comprara una champaña. Paco acababa de hablarle para decirle más o menos lo que tenía y parecían ser buenas noticias y pronósticos muy positivos.

Nos reunimos todos en casa de Paco y Lucy. Paco traía totalmente otra cara y me dio una hoja con la descripción del caso de una mujer de 24 años con el Tumor de Frantz. Su caso era casi idéntico al mío, con la diferencia de que ella tenía "más metástasis" y por lo tanto, su procedimiento quirúrgico había sido un poco más complicado (o eso creíamos ese día porque después resultó que el caso de esta mujer y el mío eran exactamente iguales).

Sí, tenía cáncer. Sí, necesitaría una enorme operación (resultaría que serían dos). Pero tenía a Frantz. Con el Tumor de Frantz (tumor sólido pseudopapilar del páncreas) no necesitaría quimios, ni se me caería el pelo, ni tendría que congelar mis óvulos y lo mejor de todo, tiene un buen pronóstico de supervivencia y es 97% curable mediante una aproximación quirúrgica muy agresiva.

Dentro del peor escenario, definitivamente estaba en el mejor.

Sólo me queda decir... ¡Hola y ADIÓS FRANTZ!

Con cariño,

Majo.

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